SANTO DOMINGO. Polvo del Sahara, incendios forestales, gripe AH1N1… ¿Será que alguien le declaró la guerra a nuestros pulmones? Esperamos que no. Mientras tanto, y fiel al dicho “guerra avisada no mata soldado”, le preguntamos al neumólogo e internista, doctor Jorge Marte, qué debemos hacer para no enfermarnos. Sus respuestas, a continuación.
Aquellos polvos, ¿trajeron estos lodos?
Décadas atrás, científicos y meteorólogos observaron por primera vez la formación y posterior desplazamiento de nubes de polvo generadas por tormentas en el desierto. Si bien este fenómeno es responsable de fertilizar los suelos de la selva amazónica, su inhalación está asociada al aumento de episodios de asma y congestión de las vías respiratorias en pacientes con hipersensibilidad.
En nuestro país aún no se ha realizado un estudio que indique la relación entre concentraciones de polvo y el aumento de asma u otras condiciones respiratorias similares, pero sí hay una coincidencia que debe ser considerada.
“Claro, esto no es una tragedia; pero si usted sufre de problemas respiratorios como asma o EPOC, (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica), consulte a su médico. Además, evite los cambios bruscos de temperatura, o quedarse mojado todo el día si va a la playa o a la piscina”, aclaró el especialista.
Cuidado si te quemas
El calor y la prolongada sequía que padecemos, crean condiciones favorables que originan grandes incendios forestales. El humo que produce el fuego afecta las vías respiratorias, porque contiene partículas que causan irritación y gases tóxicos para el organismo como el monóxido de carbono.
Si se está muy cerca del incendio, la persona puede sufrir de lesiones térmicas en las vías respiratorias por respirar humo muy caliente. En comunidades circundantes, una parte de las partículas que se inhalan, se adhieren a los pulmones ocasionando reacciones a cuerpos extraños, sobre todo en los ancianos.
“Pero no sólo el humo de los incendios es dañino, también lo es el humo de los autos. Por eso el asma es más frecuente en zonas urbanas, y ni hablar cuando queman la basura en el vertedero Duquesa”, agregó Marte.
En este caso, explicó el neumólogo, la solución debe venir del estado a través de la implementación de políticas públicas que controlen la contaminación atmosférica.
AH1N1 y el regreso del cuco
La muerte de un ingeniero en La Romana atribuida a la influenza AH1N1 y la confirmación de otros cuatro casos, desató la alarma general ante el temor de un nuevo brote parecido al de 2009. Al respecto, el especialista aclara que “no tenemos una epidemia”.
“Gracias a las campañas de vacunación gratuitas de Salud Pública, nuestra tasa de influenza ha disminuido. Esa es la razón por la cual no debemos preocuparnos”, dijo.
Por último, sólo en casos en los que la persona es de avanzada edad, está embarazada, padece de cáncer o de alguna enfermedad que comprometa el sistema inmune, se recomienda prestar atención a cualquier síntoma que parece ir más allá de un simple catarro común, “y siempre escuchar los llamados a vacunación”.
Contra la gripe
Para evitar la propagación y contagio de la gripe, lave sus manos tantas veces le sea posible, cubra su boca con un pañuelo o con el brazo cada vez que estornude, y consuma cantidades adecuadas de zinc.