Atención Sr. Procurador General de la República / El asesinato de Dindino en Tamayo debe ser investigado
Santo Salvador Cuevas / Articulista
Lo que acaba de ocurrir en Tamayo con el adolescente de apodo Dindino no debe quedar impune.
Secuestrar a un niño, supuestamente amarrarlo, tirar gasolina en su cuerpo y tirarle un fósforo para que arda como un cerdo, es un acto de la peor calaña: Bárbaro, bestial y cobarde, que toca inevitablemente el corazón de cualquier mortal, mas si es padre de hijo.
En Tamayo ante esa barbaridad, todos estamos en peligro, nuestros hijos pueden correr igual suerte.
Ese caso no debe ser despachado sin una investigación profunda, donde la Procuraduría General informe a la sociedad qué fue lo que realmente ocurrió y que los culpables -si los hubieren- respondan ante la ley.
Pero el caso en cuestión, por su naturaleza y su carácter bestial, no debe dejarse en manos de investigadores corruptos y comprables.
El señor Procurador General debe tomar en su mano el caso y enviar a Tamayo técnicos probados, que hagan las indagatorias de lugar y hacer que resplandezca la verdad caiga quien caiga.