Por Dannerys Arias Ramirez.
Decía Jorge Bucay, no de manera específica; debido a que transforme un poco el cuento para que ustedes me entiendan que: «Había una vez una princesa que quería elegir un novio que la ame dignamente entonces puso una condición:
Elegirían como novio, aquel joven que sea capaz de estar 365 días (un año) al lado del muro del palacio donde ella vivía, sin separarse, ni pararse de ese muro; los jóvenes del pueblo al oír tan impresionante noticia, se presentaron ante el muro miles de jóvenes dispuestos a conquistar el corazón de la princesa y entrar a la corona real.
Paso las primeras tres noches y al primer frío de invierno del mes de Enero, se fue la mitad, cuando empezaron los calores se fue la mitad de la mitad; cuando empezaron a gastarse los cojines y a faltar la comida se fueron la mitad de la mitad de la otra mitad.
Y así sólo quedaron ochenta jóvenes en los seis primeros meses y cuando empezó Diciembre que el frió comenzó a azotar de nuevo y faltaban pocos días, todos los demás se habían retirados, cansados y aburridos, pensando que ningún amor valía la pena y que tanto sacrificio nadie lo merecía…….. Solo quedó un joven.
Ese joven había adorado la princesa desde siempre y allí estaba él, pegado a esa pared o a ese muro esperando pacientemente, esperando el anhelado día 365, para obtener el amor de su vida.
La princesa que había despreciado a todos observo que este muchacho insistía y se quedaba y lo miraba con sus ojos y decía ¡Ese es el hombre que quizás me quiera de verdad!.
Lo había espiado en Octubre, pasó frente a él en noviembre y en Diciembre disfrazada de campesina le había dejado un poco de agua y de comida, lo inspecciono a los ojos y ella se había dado cuenta de su mirada sincera y su deseo de estar con ella, a pesar del estado en que se encontraba, siempre lo miraba y se marchaba.
Después de esto la princesa le comunicó al Rey: “¡Papa creo que finalmente vas a tener un casamiento a mi altura! ¡Vas a tener nietos!, ese es el hombre que de verdad me quiere”. Su padre contento y emocionado comenzó a preparar todas las cosas para la boda, un buen festín y una servidumbre magnifica; le mandó a decir al joven que el primero de Enero un día después de cumplirse los 365 días, lo esperaba en el palacio para la boda más esperada del Reino.
El día indicado el Rey lo mandaría a buscar, ya todo estaba armado, todo el mundo contento esperando ansiosos el primero de Enero y hasta el Rey mandó un emisario para contarle todo el proceso al joven y como la princesa se había acercado a él y lo seleccionó como el agraciado.
31 de Diciembre en la noche, después del joven de pasar 364 días y unas tantas horas allí; el joven se levanto del muro y se fue; no pudo quedarse a cumplir los pocos minutos que le faltaban; ¿pero qué rayos había pasado?, este joven había estado todo ese tiempo por el amor a la princesa, !sacrificándose y de repente se paró y se marchó!.
El fue a su casa y fue a ver a su madre y su madre entristecida le cometo: “hijo pero que rayos te ha pasado, ese es el amor de tu vida desde niño, por el cual luchaste tanto.
Estuviste ahí hasta el último día y te fuiste faltando pocos minutos para tenerla a tu lado por siempre y ¿Qué pasó ahí mi hijo, no pudiste aguantar? Le dijo el hijo con lágrimas en los ojos: “!sabes que madre! ¡Me entere que me había visto! ¡Me entere que me había elegido! ¡Me entere que le había dicho a su padre que quería casarse conmigo!
¡Y A PESAR DE ESO NO FUE CAPAZ DE EVITARME UNA SOLA NOCHE DE DOLOR!; pudiendo hacerlo, no pudo evitarme una noche de dolor, ni de sufrimiento!
¡Y CREO QUE AQUELLA PERSONA QUE NO SEA CAPAZ DE EVITARME UNA NOCHE DE SUFRIMIENTO NO ES DIGNA DE MI AMOR!
Cuando te das cuenta que tienes una relación y el otro no puede evitar una migaja de sufrimiento o de dolor y pudiendo hacerlo y el otro no lo hace, es porque todo se termino…..