Autor: Andrés Felipe Ramos
Desde la Diócesis de Armenia lamentaron su deceso.
Hay tristeza en la Diócesis de Armenia y en la comunidad católica del Quindío por el fallecimiento del sacerdote Rigoberto Hurtado Vélez, quien era oriundo de Calarcá.
Sus exequias se realizaron en la catedral La Inmaculada Concepción de Armenia y estuvieron encabezadas por el obispo de la capital quindiana, Carlos Arturo Quintero Gómez.
El religioso sufría de quebrantos de salud por lo que había decidido internarse en el hogar del bienestar del anciano El Carmen, donde compartió sus últimos momentos con otras personas y amigos de la diócesis.
Hurtado Vélez nació el 26 de junio de 1946 en el hogar de Pedro Hurtado y Bárbara Rosa Vélez. Fue ordenado sacerdote por monseñor Libardo Ramírez Gómez, el 26 de mayo de 1981, en ceremonia llevada a cabo en la parroquia San José de Calarcá.
Se destacó como vicario parroquial en Jesús, María y José, en Quimbaya; La Sagrada Familia, Santuario del Sagrado Corazón de Jesús, Espíritu Santo, en Armenia; San José, en Calarcá, y San Sebastián, en La Plata, departamento del Huila. También fue párroco de La Milagrosa, en Armenia.
Hurtado Vélez fue educador en las escuelas de la vereda Bohemia, en Calarcá, de la Camilo Torres, en Quimbaya y del Instituto Técnico Industrial, ITI en Armenia.
Se desempeñó como capellán en el colegio del Rosario, Comunidad Siervas de Jesús de La Caridad-Veladoras, Sena-Quindío. Estuvo como secretario general de la obra Propagación de la Fe, en las Obras Misionales Pontificias en Bogotá.
Luego, con base en un convenio entre la Diócesis de Armenia, representada por monseñor Fray Fabio Duque Jaramillo y la Diócesis de Barahona en la República Dominicana, representada por su obispo, Rafael Leonidas Felipe y Núñez, fue a prestar sus servicios en la Diócesis de Barahona.