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La Cueva de la Virgen, un Sendero Ecologico Lleno de Sorpresas.

DSC_2891Barahona. El sur de la
Republica Dominicana es un lugar prodigo en riquezas, pero la natural no tiene
parangón, esta región del país cuenta con espacios para motivar la creatividad
y elaborar productos turísticos sostenibles y amigables para las comunidades
empobrecidas de ese Sur árido, de sol candente, Cactus y Guasábaras, pero a la
vez verde, rico en aguas cristalinas de ríos  y playas color esmeralda.

Abordamos el
expreso  y en unas 4 horas, por el tapón que encontramos al salir de Santo
Domingo por la George Washington, nos trasladamos a Barahona, en la parada nos
esperaba la arquitecta Francis Santana, experta en crear senderos eco
turísticos y  el señor Mario García, con quienes al otro día visitaría uno
de los senderos que ha diseñado la arquitecta en la comunidad de La Ciénaga de
Barahona, para el clúster turístico de la provincia y que maneja la cooperativa
de la comunidad.

El sendero que
recorreríamos al día siguiente está concebido para llevar a los visitantes
nacionales e internacionales a disfrutar de las bellezas de la naturaleza
virgen,  la contemplación de aves, el estudio de la botánica y sobre todo
a admirar la exótica y misteriosa belleza de una especie de cañón rocoso, que
los moradores han denominado como Cueva de la Virgen, pero cuyo nombre original
es La Garganta del Diablo y a su alrededor los lugareños han tejido extrañas
 y fascinantes leyendas.

Nos alojamos en el
hotel Caribe, ubicado en el Malecón de Barahona espacio que luce limpio y
atractivo, luego que el Ministerio de Turismo lo interviniera, nuestro hotel
queda frente al emblemático Guarocuya, nos levantamos temprano y nos dirigimos
a la playita inglesa lugar de donde salen y arriban  los pescadores en sus
yolas y aprovechamos para  captar algunas fotos del peculiar
 amanecer que solo sabe dibujar el horizonte Barahonero.

Luego de una
reunión donde la arquitecta mapa en mano nos explicó el recorrido que íbamos a
realizar, abordamos el vehículo 4×4 todo terreno, pues solo en este tipo de
vehículo se puede llegar a la zona donde está ubicado el sendero, nos
acompañaba un grupo de jóvenes voluntarios de la zona, quienes participan con
la arquitecta en la construcción de estos caminos ecológicos, y dos extranjeras
voluntarias del Cuerpo de paz.

El objetivo del
viaje estaba muy bien definido, la colocación del primer grupo de rótulos de
información,  para orientación de los visitantes en los senderos del Café
en Polo Barahona y el Sendero Cueva de la Virgen en la Ciénaga, además teníamos
que tomar fotos de los senderos construidos,  para el diseño de folletos y
publicidad, era una jornada laboral y académica, que permitía a los alumnos del
curso de guías de Polo Barahona y la Ciénaga interactuar entre ellos y
compartir con dos voluntarias extranjeras que nos acompañaban.

Participaron en
aquel fabuloso recorrido, José Miguel Medina, encargado de Calidad de la
Factoría Toral, Fernando Medina, Guía Turístico Mitur de Polo, Pedro Luis
estudiante de Guía, Erasme estudiante de Guía, Franquiz Urbáez, chofer y guía
auxiliar de la Cooperativa de la Ciénaga de Barahona, Jorge Mesa, guía
turístico Mitur de la Ciénaga Barahona, Domingo Arias Carpintero y albañil,
Mario García, Técnico Apoyo Logístico, el Sindico de Polo Andrés Ruiz, la
voluntaria Japonesa Maiko Baba y la Alemana Sonja Ensslin, todos bajo el
liderazgo de la arquitecta Francis Santana.

Luego de subir por
empinados y estrechos  caminos, atravesando  varias cañadas, en un
recorrido a lo largo del rio Bahoruco, entre saltos y embestidas del vehículo
contemplando zonas de envidiable hermosura, en algunos no podíamos evitar la
admiración que nos producía aquella naturaleza virgen y  teníamos que
detenernos a hacer algunas fotografías, mientras la arquitecta nos insistía que
más adelante encontraríamos lugares más hermosos.

Cargados con las
herramientas, maderas y rótulos que íbamos a colocar en el sendero atravesamos
las frías corrientes del rio Bahoruco, las guías extranjeras corrieron
con  suerte, pues  un voluntario las cruzó a caballito, los demás nos
quitamos los zapatos y atravesamos  las aguas, que aunque no son
profundas, tienen corrientes fuerte y piedras resbalosas, ya en la otra orilla,
a pocos metros nos encontramos en la entrada del Sendero de la Cueva de la
Virgen o Garganta del Diablo.

De inmediato
comenzaron las labores de colocación de los rótulos, señalización de la entrada
del Sendero: “Bienvenido,  Sendero Ecoturístico, Cueva de la Virgen” y al
lado, una hilera vertical de Iconos marcando  todo lo que se puede hacer y
lo que no en el sendero, caminatas, avistamiento de aves, no fumar, no vehículo
de motor etc.  Mientras unos martillaban, otros abrían hoyos con un pico,
los demás pintaban con pinceles los avisos tallados en  madera, la
arquitecta dirigía todo con la autoridad adquirida por sus años de experiencias
diseñando senderos y trabajando para los clústeres turísticos del país.

Una vez terminado
el trabajo en la entrada, comenzamos el recorrido por el sendero para llegar a
la zona donde se encuentra una catedral de rocas perforadas por la presión de
las aguas, que la naturaleza ha creado para la admiración del hombre y la
grandeza de Dios. 

Los sureños supersticiosos, al principio la denominaron La
Garganta del Diablo, ahora la han rebautizado como la Cueva de la Virgen, la
caminata para llegar a este lugar no deja de sorprendernos con la exuberancia
de la naturaleza virgen, prodiga en abundante agua brotando por doquier, a
temperatura agradable, pura y cristalina, de las que se puede tomar sin temor,
con todos sus minerales y un agradabilísimo sabor.

Llegamos al final
de nuestro viaje y quedamos mudos ante el imponente espectáculo que pudimos
contemplar, trepamos por una especie de escalera improvisada, subiendo por
grandes peñas, para llegar  al mismo centro de la garganta de rocas,
mientras el grupo que había visitado el lugar en otras ocasiones, 
continuaba con sus labores en el sendero bajo la dirección de la arquitecta,
los que no lo conocíamos, continuamos avanzando y admirando  con nuestros
propios ojos lo que ya nos habían relatado. 

Es realmente sobrecogedor, las
aguas se precipitan desde lo alto con un sonido entre atronador y seco, que
estremece el interior de las personas. Visitar la Cueva de la Virgen o Garganta
del Diablo en la Ciénaga de Barahona, es una aventura eco turística que vale la
pena experimentar, les invito a vivirlo

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