Un día antes de que Mayweather y Pacquiao finalmente se vean las caras en el evento de mayor ingreso en la historia del boxeo, subieron al escenario en una arena del MGM Grand llena de fanáticos del pugilismo que aprovecharon la mejor oportunidad de ver a los boxeadores en persona.
Un sonriente Pacquiao (57-5-2, 38 nocauts) subió a la báscula primero y dio un peso de 145 libras -dos debajo del límite del welter.
Mayweather (47-0, 26 nocauts) le siguió y pesó 146 libras.
Ambos fueron estoicos durante el frente a frente y mantuvieron la postura impersonal de la promoción.
Pero Pacquiao dijo «gracias» a Mayweather, quien aseguró no haberlo escuchado.
«Le agradecí en nombre de los aficionados porque la pelea se llevará a cabo», explicó Pacquiao. «Yo pienso, creo que la pelea debe darse porque los aficionados la merecen».
Varios grupos del público vitorearon y abuchearon a los dos boxeadores, si bien la mayoría parecía apoyar a Pacquiao, quien alzó ambos brazos haciendo la señal de la victoria. Mayweather alzó el puño y saludó en agradecimiento a quienes lo apoyaban.
«Me he dedicado al deporte del boxeo por más de 20 años, y estoy listo», indicó Mayweather.
Hasta una ordinaria ceremonia de pesaje se convirtió en un gran evento en la capital del boxeo debido a que sólo cerca de 500 boletos para la pelea en sí fueron vendidos al público. La promoción tomó la medida sin precedentes de vender boletos de 10 dólares para el pesaje y donar las ganancias a organizaciones de caridad, pero muchos de esos boletos fueron luego ofrecidos en reventa por más de 500 dólares en StubHub durante la semana.
Los aficionados empezaron a llegar a Las Vegas el viernes por la mañana, saturando el estacionamiento del MGM Grand. Una larga fila para ingresar a la arena fue formada varias horas antes de la ceremonia, y los primeros que ingresaron al edificio lo hicieron cuatro horas antes de que los boxeadores subieran al escenario.
Pacquiao, de 36 años, es un campeón de ocho divisiones que no había asumido el rol de retador en una promoción de un combate en muchos años, pero accedió a ceder el rol de protagonista a Mayweather con tal de que la pelea se realizara.
El filipino no parecía sentir presión alguna, e incluso se tomó una selfie en el túnel antes de subir a la báscula.
Mayweather también lucía tranquilo y compuesto, y caminó al escenario al compás de una canción de hip-hop en cuya letra se nombra su marca personal Money Team.