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Obrero Acepta mi Mano, Déjame Entrar en tu Hogar

Por Clemente Terrero

El autor es infectólogo, director del Hospital Infantil Robert Reíd Cabral.-

Obrero yo soy tu hermano, quiero contigo luchar. 

El pueblo somos obrero, sabemos de tu penar. Cantando tus sufrimientos comenzamos a luchar, ¡ooo..ooaaa!». Son estrofas de la canción, «Obrero acepta mi mano», interpretada por Los Guaraguaos, grupo musical venezolano formado en 1973.

El obrero es un trabajador que vende su fuerza física para la producción de un bien dentro de una industria o, en una obra de construcción. A cambio, recibe un salario que le paga el patrono, dueño de la empresa donde se realiza la actividad laboral.

La aparición de esta figura social surge en la sociedad capitalista, con el nacimiento de la industria moderna, más específicamente con la primera revolución industrial y con los cambios socioeconómicos que se produjeron en el mundo durante ese período de la historia de la humanidad.

El obrero es un productor de plusvalía (como se le llama al excedente de producción en la sociedad capitalista), que el patrono toma en forma de beneficio, por ser el dueño de los medios de producción.En esas condiciones el patrono saca la mayor ventaja del proceso, pagando bajos salarios al obrero, en una relación de explotación.

Con los salarios que reciben los obreros por la venta de su fuerza de trabajo durante el proceso de producción de bienes, no pueden nunca disfrutar de una vida digna, como se la merecen. Los obreros son los que producen riquezas en la sociedad y sin embargo viven en condiciones de miseria.

Se ha luchado mucho por cambiar esa realidad de explotación a que son sometidos los trabajadores, que los lleva a vivir en condiciones de pobreza, mientras que los patronos son inmensamente ricos, produciendo una gran brecha de desigualdad social en el mundo.

En esa canción se denuncia la explotación que es responsable del estado de miseria, insalubridad y las limitaciones que tiene el obrero para alimentar, educar y encausar su familia en el desarrollo social, como debiera ser.

«Obrero yo soy tu hermano, quiero contigo luchar», es una consigna de todos los tiempos, un clamor de la gente consciente, identificada con la causa de esa clase social. Estrechar las manos para formar una fuerza vencedora para erradicar de la faz de la tierra la explotación.

«El pueblo somos hermano, sabemos de tu penar», es un llamado a la unidad de todos los sectores del pueblo para luchar contra la opresión, por una sociedad justa y humana, como la planteó Karl Marx: Proletarios (obreros), de todos los países del mundo, ¡uníos!.

Para lograrlo, los que tenemos la misma forma de pensar, debemos estar unidos, actuar juntos, para reclamar nuestros derechos. Debemos hacer conciencia que la única forma de lograr ese anhelo es con la unidad, ya que divididos nunca llegaremos a hacer realidad las ansias de justicia y libertad que soñamos.

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