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¿Por qué Cabral continúa siendo pobre?

Por: Jhanfri D. Féliz Gómez

Cabral es un municipio emblemático de la región suroeste, conocido también por sus munícipes como “Rincón de Ají”. Fue fundado a finales del Siglo XVII por Juan Féliz de Luna y María Urbaez. Este antiguo lugar, dotado de cultura, fuentes acuíferas y antiquísimas tradiciones, fue la primera comunidad de la hoy provincia Barahona. Cabral obtuvo la categoría de municipio el 8 de septiembre del 1907.

El dinamismo cultural de este importante lugar surge de la combinación de las tradiciones mágico-religiosas, heredadas de la cultura metropolitana española y el africanismo esclavo. Cabral es un pueblo rico en tradiciones y cultura, muestra de ello es su colorido carnaval, cargado de historia, música, fuetes e historia. Este terruño es también conocido por sus importantes ríos y sobre todo, su laguna, denominada con el nombre de “Laguna Rincón”, que sirve como sustento a sus lugareños. A pesar de tantas tradiciones, cultura, ríos, música y vida, el Rincón es un lugar estancado en la pobreza y el subdesarrollo…

Son diversos y profundos los factores que influyen en que todavía al día de hoy este municipio vive estancado en el desempleo, la miseria fruto de las apuestas y la delincuencia. Este artículo tiene el objetivo de ayudarnos a reflexionar sobre lo que es Cabral, tiene y necesita para ser mejor.

1.1 Pobreza mental y económica

La región suroeste en su totalidad es golpeada incesantemente por inconmensurables limitantes y una profunda pobreza, que afectan de forma directa el digno vivir de las personas; Cabral no es la excepción. El Rincón de Ají es intrínsecamente un pueblo productor; sin embargo, vive marcado por la pobreza material, cuya inicio se gesta en la mente de las personas, desatando así, una notable cultura de miseria y mal vivir, cuyo eslogan más notable es “Buscame lo´mio facil”.

Este factor cultural, opera en las mentes juveniles y les estanca, les deja conformarse únicamente con lo mínimo y fácil, aniquila las posibilidades de libremente emprender… y es simple, lo que realmente cuesta y tiene profundo valor no es fácil conseguir. De forma penosa quien logra superar estos estereotipos de miseria, no afronta en su totalidad el compromiso de ser ente transformador.

1.2 Políticos, botellas y el centralismo del desarrollo

La política y lo que de ella se deriva forma parte importante de nuestra movida y colorida cultura caribeña. Hablar de política en la República Dominicana es también hablar de evolución de nuestra historia, pues el proceso de desarrollo y transformación que se va consolidando en nuestra Quisqueya se mide en clave política.

Este fenómeno de centralismo político estanca de manera monopólica el poder económico de los pueblos, cerrando toda posibilidad de libre emprendimiento. Sin duda alguna, el centralismo político empobrece y vuelve nefastas la vida de las personas, que bajo la la ignorancia ponen el fundamento de su vida en las dádivas y el clientelismo. La vida

dinámica de Cabral gira en torno a la política, los políticos, el ayuntamiento y las botellas. Esta dependencia asistencialista es una manifestación clara de la pobreza mental y el conformismo de nuestra gente. Con políticas municipales como éstas, que ya se han vuelto cultura, no se dinamiza la economía macro que debe surgir del presupuesto participativo de nuestro ayuntamiento. El objetivo de todo macro-presupuesto, debe ser ayudar al municipio a generar riquezas y que estas nos generan desarrollo.

Mientras nuestra dependencia absoluta y plena se edifique en los políticos y la política, las dadivas clientelistas y el centralismo, seguiremos empobreciendo el futuro y cada rincón de nuestro Cabral de ensueños.

1.3 La cultura de la miseria y las bancas

Una de las limitantes más notables de la cultura de la miseria y el asistencialismo que afecta nuestra Patria chica es la inversión masiva de la totalidad de nuestros recursos en las bancas de apuestas. Nuestro presupuesto participativo no genera las riquezas que esperamos y necesitamos para subsistir, la dinámica económica de ofertas y demandas de productos no es tan eficaz, somos muy pobres… y encima de esto invertimos en las ilusiones e inseguridades que nos brindan las bancas. El crecimiento y dinamismo económico en Cabral es lento y sin crecimiento, pues nuestras fuentes de ingresos son mínimas, y encima de esto, no hay empleos suficientes.

Mientras esto ocurre, regalamos los pocos recursos activos que poseemos en pro de utópicos números, quinielas, pales y loto. Las bancas no dinamizan la economía interna de los lugares, la estancan, la empobrecen. El único aumento económico positivo que generan las bancas se refleja en la cuenta del dueño, nada más. Sin capacidad de juicio caminamos como carne de cañón tras la idea del progreso, solo jugamos y jugamos para propiciar, en esto nos hacemos más pobres y llegamos a la miseria.

1.4 Una mirada llena de optimismo: Cabral puede ser mejor

A pesar de todas las precariedades y problemas, estoy convencido que con trabajo colectivo y unión Cabral puede ser un mejor municipio, que explote sus recursos de forma integral. Gestar y conseguir esto no depende únicamente de nuestras autoridades, sino de todos. El progreso que queremos necesita de Unidad, Educación y Trabajo Colectivo.

En vez de discursos políticos vacíos, nos urge poner nuestros esfuerzos más profundos en rescatar la Unidad que los políticos nos han quitado. Urge Educar en pro de la superación de las necesidades que nos afectan y nos hunden en la pobreza. Sobre todo, es un imperativo categórico Trabajar en el marco de la Colectividad, la Participación y el Respeto.

Tenemos los recursos potenciales para generar riquezas, desarrollo, beneficios y bienestar para nuestros compueblanos, solo es cuestión de explotarlos en pro de nuestra gente, solo así estaremos construyendo el municipio que nos prometen cada 4 años en discursos políticos. Vamos a hacer, vamos a estabilizar nuestra economía interna, vamos a construir cultura y optimismo en nuestros niños y jóvenes, vamos a rescatar

nuestros recursos naturales, vamos a innovar el Carnaval. El deber de un mejor Cabral no es solo de los políticos, sino de todos. ¡Nuestro Rincón de Ají cuenta contigo!

#HagamosUnMejorCabral

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