Tony Pina
O hay cerca de diez millones de dominicanos llevándoselos el mismo diablo, o somos un país de sinvergüenzas que nos gozamos con un gobernador del Banco Central que lleva más de 20 años que se destapa -sin que se inmute, eructe o sin que nadie se atreva a darle un cachiporrazo- diciéndonos que la economía de República Dominicana creció 7.5 %, más que China, más que Estados Unidos y más que Francia.
Nos gastamos un funcionario para que nos hable mentiras cada trimestre o cada año; mientras maliciosamente calla que la pobreza crece indeteniblemente por encima del 40%, como en el Sur profundo (Pedernales, Barahona, Bahoruco e Independencia), y no tan lejos, como en Monte Plata, donde la mayoría de la gente apenas mastica una vez al día.
Pero solo aquí estas maravillas de cosas pasan, y no dude usted que cuando lo releven del cargo (ya sea porque renuncie o se muera) le hagan una estatua para recordarlo como el padre de la economía dominicana a este lenguaraz que por nada del mundo se calla
