SANTO DOMINGO.- La República Dominicana y China firmaron el protocolo fitosanitario que permitirá a la nación exportar al país asiático aguacate del tipo hass, informó este jueves el Ministerio de Agricultura.
El país es el segundo productor mundial de aguacates, después de México, y la firma de este acuerdo “es una oportunidad de expansión del comercio”, dijo el titular de Agricultura, Osmar Benítez, al rubricar el convenio junto al embajador de China en el país, Zhang Run.
A través de un comunicado, el funcionario explicó que se ha identificado una línea marítima desde el país, vía el canal de Panamá, que permitirá colocar el producto en 15 días en el gigante asiático.
El 25 % de la producción nacional de aguacates es de la variedad hass, la de mayor demanda en los mercados internacionales, y la extensión plantada se extiende por 31.440 hectáreas.
En octubre del año pasado el país recibió una misión de expertos de la Administración General de Aduanas de China para verificar y homologar los procedimientos para exportar aguacate hass, obteniendo el país el visto bueno de la auditoría realizada.
Otros productos dominicanos, como el cacao, mango, piña y banano, “están en proceso de validación sanitaria para entrar al gran mercado chino”, explicó Benítez, que recordó que la República Dominicana exporta a China café, cigarros, tabaco en diferentes subproductos, coco y otros.
Por su lado, Zhang Run destacó en el comunicado que los productos dominicanos “emblemáticos y de alta calidad tienen un futuro brillante en China”.
El intercambio comercial entre la República Dominicana y China alcanzó el año pasado 2,850 millones de dólares, un 25 % más que en 2018.
La República Dominicana y China establecieron relaciones el pasado 1 de mayo de 2018, y en noviembre de ese año el presidente Danilo Medina visitó la nación asiática, donde se reunió con su colega Xi Jinping, inauguró la embajada dominicana y fue testigo de la firma de varios acuerdos de cooperación que abarcan sectores como el comercio.
El país caribeño decidió este año dar un giro en su política exterior al romper sus históricos lazos con Taiwán y establecer relaciones con China, país con el que ya registraba un intercambio comercial por importe de unos 2.000 millones de dólares.