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Cancilleres americanos buscan evitar temas espinosos

El presidente de Cuba, Raúl Castro (C), es recibido por el vicecanciller de Panamá, Luis Hincapié (d), en la Ciudad de Panamá, este jueves 9 de abril del 2015. EFE
PANAMA (AP) – Los cancilleres buscan evitar asuntos espinosos o discutir algún documento sobre la creciente tensión entre Estados Unidos y Venezuela en su encuentro preparatorio de la Cumbre de las Américas que se inaugura el viernes.

En su encuentro de la tarde del jueves, los ministros de Relaciones Exteriores examinaron el documento que presentarán a los mandatarios y que exige acciones serias para enfrentar la vieja desigualdad en el hemisferio. Revisaron, asimismo, los resultados y metas alcanzadas en las anteriores ediciones de la cita continental, dijeron funcionarios del gobierno panameño.

Los presidentes de Estados Unidos, Barack Obama, y de Cuba, Raúl Castro, arribaron con poco intervalo de diferencia el jueves por la noche al aeropuerto Panamá Pacífico, en una antigua base aérea estadounidense al oeste de la capital. La presencia de ambos líderes en la cita tiene lugar después de que anunciaran a fines de año el restablecimiento de relaciones diplomáticas después de una ruptura de medio siglo.

La séptima Cumbre de las Américas se inaugura el viernes y sesionará el sábado. Los líderes buscan esta vez, con la ayuda de organismos multilaterales y de financiamiento, así como del sector empresarial y de Estados Unidos, poner en marcha iniciativas que lleven la bonanza de las últimas décadas a los sectores más vulnerables del continente, donde la pobreza aún golpea a 167 millones de personas.

El encuentro preparatorio se realizó a puertas cerradas, pero el documento que analizan los cancilleres ya había sido prácticamente consensuado en reuniones previas: se trata de un mandato a los presidentes para tomar acciones concretas en asuntos relativos a dotar a zonas pobres de los servicios básicos de agua potable, salud y educación, según una funcionaria de la cancillería panameña que no está autorizada a hablar con la prensa por políticas internas.

También incluye esfuerzos para enfrentar la inseguridad, los nuevos flujos migratorios e impulsar la gobernabilidad y la participación ciudadana. La cumbre no tendrá esta vez una declaración final como tal, ni abordará asuntos políticos o conflictos entre naciones, luego de que en la edición anterior en Cartagena no se llegara a concertar un documento final por diferencias sobre Cuba y el reclamo argentino de las islas Malvinas.

Cubadebate, un sitio oficial cubano, dijo el jueves que conoció que en la cita que «no va a haber declaración de Panamá en la Cumbre por la postura de EE.UU. y Canadá, que han afectado el consenso de países latinoamericanos y caribeños quienes han defendido posiciones relacionadas con el medio ambiente, el derecho a la libre educación y han solicitado el levantamiento de la Orden Ejecutiva contra Venezuela».

Sin embargo, la antesala de la cita hemisférica del viernes y sábado ha estado caldeada con protestas de simpatizantes del gobierno cubano por la presencia de activistas y disidentes de la isla en un foro de la sociedad civil, de donde saldrán recomendaciones a los líderes del continente.

«Me siento muy optimista del resultado de la cumbre», dijo el presidente anfitrión Juan Carlos Varela en una entrevista con The Associated Press. «Prácticamente en las cumbres mucho del trabajo se hace previamente, el diálogo político entre los países, la preparación de los temas… lo que se espera es la unidad de las Américas, una política de estado enfocada en los problemas que afectan a los ciudadanos, dejando a un lado la diferencia entre los países».

«Siento que el ambiente que se ha creado sobre la cumbre es tan positivo, que de por sí va a ser un éxito», pronosticó.

Pero probablemente la cumbre no se salvará de roces y recriminaciones. El presidente venezolano Nicolás Maduro ha dicho que entregará a su colega estadounidense Barack Obama una lista con millones de firmas de venezolanos que rechazan las recientes sanciones de la Casa Blanca y su declaración de que la nación petrolera representa una amenaza a la seguridad de la potencia del norte