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Denuncia contra Lula por tráfico de influencia para favorecer a Odebrecht

El expresidente Luiz Inácio Lula da Silva
RÍO JANEIRO.- El excandidato presidencial y senador Aécio Neves, principal líder de la oposición en Brasil, calificó ayer como «muy grave» la denuncia de un semanario contra el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, del que dijo que practicó tráfico de influencias para favorecer a una constructora.

«A cada día vemos un nuevo escándalo. Es muy grave lo que la revista Época publicó hoy de que el Ministerio Público abrió una investigación por supuesto tráfico de influencias contra Lula», dijo Neves, presidente del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), principal fuerza opositora del país, en un discurso que pronunció en acto conmemorativo al Día del Trabajador en Sao Paulo.

De acuerdo con el líder opositor, que fue derrotado por la presidenta Dilma Rousseff en la segunda vuelta de las presidenciales brasileñas en octubre pasado por sólo tres puntos porcentuales, «eso tiene que ser investigado».

En su última edición, que comenzó a circular este sábado, el semanario Época informó que el Ministerio Público abrió una indagación preliminar para determinar si se justifica una investigación contra Lula por supuestamente haber influido para que el estatal Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) le concediera créditos a la constructora Odebrecht para financiar obras en otros países latinoamericanos en los que opera.

De acuerdo con el semanario, tras concluir su mandato, Lula realizó viajes a Cuba, Angola y República Dominicana financiados por Odebrecht para promover intereses brasileños en el exterior.

Según Época, Odebrecht, que negó cualquier irregularidad, recibió del BNDES, el banco de fomento al desarrollo del Gobierno brasileño, créditos por cerca de 4,1 millones de dólares para obras que adelanta en países como República Dominicana, Venezuela, Cuba y Ghana.

Tales préstamos supuestamente fueron concedidos por presión política durante los dos mandatos de Lula (2003-2010) y en el primer mandato de su sucesora y ahijada política, Dilma Rousseff (2011-2014), de acuerdo con la denuncia.

La investigación preliminar del Ministerio Público pretende establecer si estas denuncias publicadas por la prensa se sustentan y si es necesario una investigación formal para determinar si Lula tuvo alguna influencia en las decisiones del BNDES de concederle préstamos a Odebrecht para sus operaciones en el exterior.

El exjefe de Estado también se pronunció este viernes sobre las acusaciones, que calificó como «insinuaciones» infundadas de una «elite» que le tiene miedo, en un discurso que pronunció igualmente en un acto conmemorativo del Día del Trabajo en Sao Paulo.

«Todos los días veo insinuaciones (en los diarios). Lo que me asusta es que, incluso siendo un ciudadano casi jubilado, hay una elite que tiene miedo de que yo vuelva a ser presidente», aseguró Lula.

De acuerdo con el exgobernante, el miedo de esa elite es inexplicable debido a que fue precisamente ese sector, así como los más pobres, los que más se beneficiaron durante su gobierno.

«Las revistas brasileñas son una basura. No valen nada. Junten todos los periodistas de las revista Veja y Época y no alcanzan juntos el 10 % de mi honestidad. Que cada uno cuide de sí. Si creen que alguien que llegué a donde yo llegué va a ser sumiso por cuenta de insinuaciones, están equivocados», afirmó.

Lula dijo que está tranquilo en su retiro de la política y que es mejor que no lo provoquen porque «saldré a pelear y soy bueno de pelea».

«He evitado muchas cosas porque soy expresidente y quiero que Dilma (Rousseff) gobierne, pero les digo a mis detractores que voy a comenzar a recorrer este país otra vez y a conversar con desempleados, campesinos y empresarios. Voy a comenzar a desafiar a los que no se conforman con el resultado de la democracia», dijo.