Por Clemente Terrero
Un sistema social es una formación compuesta por un conjunto de instituciones interrelacionadas que realizan funciones diferentes con el mismo fin.
En el principio de la humanidad, el sistema social era de recolección y reparto, los bienes se distribuían según su necesidad y su capacidad, a ese sistema social se le llamó comunismo primitivo. Era un sistema poco desarrollado en el que las necesidades eran primarias, solo de vivienda, alimentación y salud.
Con el tiempo, las sociedades se hicieron más complejas, aumentó la población y con ella, las necesidades, apareció la ambición que se convirtió en el principal determinante del surgimiento de las clases sociales.
En la medida en que la población y las necesidades fueron creciendo, surgió el deseo de tener una vida más holgada mediante la acumulación de bienes, se formaron los grupos de poder que sometieron a los hombres libres y le llamaron esclavos.
Con la esclavitud se formaron las clases sociales, esclavos y esclavistas, una forma de dominación que no existía en el mundo, ya que en el sistema anterior era convivencia, de solidaridad, de apoyo mutuo y los bienes se repartían de acuerdo a la necesidad de cada quien. Los hombres eran libres.
Desde el nacimiento de la sociedad esclavista hasta nuestros días ha prevalecido un sistema de dominación que controla las actividades de toda la producción del conjunto social, usufructuado por un grupo para disfrutar de todos los privilegios.
Para ello, este sistema de dominación cuenta con diversos dispositivos de control de todos los ciudadanos. Las potencias tienen una estructura especializada de investigación y otra de intervención, llamada poderes fáticos que actúa cada vez que lo necesiten para someter a la población y defender sus intereses.
Sin embargo, no debemos obviar que el principal y más efectivo mecanismo de dominación es el control del pensamiento de la población para que la gente haga lo que le conviene a los grupos de poder. La clase dominante realiza grandes inversiones para controlar todo lo que se piensa y se hace en la sociedad.
Somos esclavos del sistema, desde el momento mismo de nuestro nacimiento. La esclavitud es planificada en el sistema educativo, desde la familia hasta la educación formal, en las escuelas, la comunicación de masas, la cultura, los hábitos y las costumbres.
En fin, el sistema emplea todas las herramientas de comunicación para formar la mentalidad que le conviene, una mentalidad sumisa y de temor. Con el miedo moderan la conducta de cada persona en la sociedad. Nuestra estructura mental es creada por el sistema para serviles.
La clase dominante sabe que el sistema tiene que reproducirse para mantenerse y necesita quién lo haga. Saben ustedes que los que reproducen ese sistema de dominación son sus propios esclavos. Nosotros somos los responsables de su sostenibilidad y supervivencia. Para lograrlo la clase dominante necesita que nuestros pensamientos estén alineados al sistema, a su imagen y semejanza.
Se necesita mucho coraje para cuestionar a este sistema esclavista de dominación, que ha imperado durante tantos años en la faz de la tierra, causante de miseria, dolor, angustia y tristeza en la humanidad. No dejemos que nos adocenen. Mantengamos un espíritu de rebeldía.
Hay que desarrollar una profunda conciencia crítica que nos permita conocer la verdad, negarnos a nosotros mismos como producto de este sistema y tener una firme determinación de luchar para salir del estado de esclavitud, única manera de vivir en libertad.