MADRID. Los españoles castigaron ayer a sus partidos tradicionales, después de casi una década de crisis económica, y entregaron la llave de sus alcaldías y gobiernos regionales a las nuevas formaciones Podemos y Ciudadanos, a seis meses de las elecciones presidenciales.
Con el 99% de las papeletas escrutadas, el gobernante Partido Popular ganaba las elecciones municipales en todo el país con seis millones de votos. El centro derecha del presidente Mariano Rajoy, que no hizo declaraciones, se imponía provisionalmente en nueve de las 13 regiones, pero sin mayoría suficiente, y con la necesidad de llegar a acuerdos si quiere gobernar.
“Los ciudadanos han dejado claro que la opción mayoritaria de los españoles es el Partido Popular. Hemos vuelto a ganar las elecciones municipales y autonómicas”, dijo Carlos Floriano, secretario de organización de los populares. “Nuestra mayoría la vamos a ejercer desde la humildad, y siendo muy conscientes de que la próxima legislatura municipal y autonómica será la del diálogo y los acuerdos”.
La suma de votos de socialistas -que lograron 5.5 millones- y populares, que han gobernado el país en los últimos 35 años, fue de 52% en comparación con el 65.3% de las elecciones locales de 2011.
La izquierdista Podemos y la centrista Ciudadanos, que no concurrían en todo el país, no consiguieron desbancar a los grandes partidos, pero su apoyo resultará decisivo como tercera y cuarta fuerza política.