OPINIÓN PORTADA

La comunicación gubernamental vista desde un enfoque moderno

Por Ramón Raposo
El autor es periodista y cuenta con un master en Gerencia en Comunicación Corporativa.
Santo Domingo, RD.- La implementación de una efectiva estrategia de comunicación representa una de las claves fundamentales para alcanzar el éxito a la hora de proyectar el mensaje que quiere transmitir a la sociedad una organización u entidad gubernamental.

El nivel de empoderamiento de la sociedad ocasionado por los avances tecnológicos de las últimas décadas, principalmente en la Web, ha puesto en tela de juicio el paradigma imperante en países como el nuestro, que otorga a las figuras públicas y a allegados de los funcionarios, sin importar en muchos de los casos el nivel de conocimiento en la materia, la exclusividad en la representación de las Direcciones de Comunicación y Relaciones Públicas de los estamentos gubernamentales.
El nuevo orden social, el cual obliga a que la política comunicacional de una organización vaya más allá que lograr un titular de un periódico y donde las crisis organizacionales amenazan constantemente por diversas vías y canales, amerita que las direcciones de los Departamentos de Comunicación y Relaciones Públicas de las organizaciones gubernamentales estén dirigidas por profesionales con conocimiento especializado en el área.
Los nuevos tiempos conllevan de la implementación de políticas comunicacionales que surjan de la investigación, que permitan segmentar el mensaje que transmiten las instituciones a sus diversos públicos, tanto internos como externos, partiendo de la idiosincrasia de cada segmento de la sociedad.
Así como también, del desarrollo de estrategias orientadas a lograr la interacción efectiva de las instituciones y la sociedad a través de los distintos medios de comunicación, tanto internos como externos: página web institucional, redes sociales, periódicos digitales e impresos, televisión, radio, revistas, manuales y folletos.
El momento manda a optimizar las abultadas direcciones de comunicación y relaciones públicas de las distintas instituciones gubernamentales, otorgando funciones específicas y productivas a los profesionales de la comunicación que allí laboran y producir contenidos partiendo de los análisis interpretativos del sentir expresado por los distintos públicos que interactúan a través de los medios de comunicación que la revolución tecnológica de los últimos tiempos ha puesto en manos de cada ciudadano.
En los actuales tiempos donde las crisis amenazan a las organizaciones por diversas vías, resulta sumamente necesario que las instituciones gubernamentales cuenten con un Manual de Comunicación Organizacional que trace la línea tanto de su comunicación interna como externa y que dedique un amplio segmento a las acciones a implementar ante una eventual crisis comunicacional.
Es necesario contar con un Manual de Vocería que permita coherenciar los mensajes que difunde la entidad gubernamental a través de todos sus medios de comunicación y de su personal autorizado a ofrecer información a los distintos públicos.
Los mensajes proyectados por todas las dependencias gubernamentales deben estar debidamente alineados con los objetivos generales y específicos trazados por el Gobierno central, pero sin dejar de lado la idiosincrasia y características que diferencian a cada institución.
Para construir una buena imagen en estos tiempos hay que entender que primero se debe construir una identidad autentica, que la comunicación dejó de ser periódica para convertirse en constante, que la misma debe ser integral y que incluya todos los actores de la institución y, sobre todo, que cualquier acción comunicacional debe surgir de un proceso de investigación.
En la actualidad una estrategia comunicacional debe proponerse como objetivo fundamental, fomentar a lo interno de la institución una cultura organizacional donde sus colaboradores se constituyan en el principal canal de promoción del mensaje que desea proyectar la entidad; mientras que a lo externo, debe estar orientado a arraigar en la ciudadanía la transparencia, eficiencia en el servicio y las buenas acciones que realiza la institución en beneficio de toda la sociedad.