SIN CATEGORÍA

La Corrupción Dominicana En Todos Lados

Publicado en:miércoles, 20 de enero de 2016

Publicado Jose Miguel Medina Tejeda

La Corrupción Dominicana En Todos Lados

Por José Miguel Medina Tejeda

El fenómeno de la corrupción o enriquecimiento ilícito en la administración pública dominicana ha alcanzado dimensiones desproporcionadas producto de una voluntad política permisiva ante la depredación del erario público y la ineficacia de nuestra legislación para sancionar a los funcionarios que en el ejercicio de sus funciones se enriquecen ilícitamente.

Son muy escasos los funcionarios que ejercen un cargo público y al término del mismo no sean ya millonarios, creando de esta forma un negativo precedente para las futuras generaciones, y socavando la moral de todo un pueblo que flaquea en la consistencia necesaria para mantener la lucha contra la corrupción.

La corrupción administrativa se ha incrementado durante los últimos veinticincos años, aunque ha existido desde los inicios de la vida independiente.

Reseña de la Corrupción en la Administración Pública desde 1920-1993.-
En el período comprendido entre 1916-1924 durante la primera ocupación de los Estados Unidos a nuestro país fue creado el Servicio Civil, adjunto a una comisión que entre otras funciones tenía como tarea destituir los funcionarios públicos y la realización de investigaciones relacionadas con el servicios civil mediante las órdenes ejecutivas no.16 de 1917 y 452 de 1920.

Con el reglamento 1230 de 1929, que complementaba la ley 1144 del 1929 es cuando se establece un verdadero procedimiento administrativo y contradictorio en los casos de violación a la ley de los servicios estatales.

No obstante estos primeros intentos el fenómeno del enriquecimiento ilícito se desarrolló con mayor énfasis con la llegada al poder de Rafael Leónidas Trujillo, sin olvidar desde luego que este vicio ha estado entre nosotros desde los tiempos de la colonia cuando en 1508 Cristóbal Santa Clara desfalcó la Real Hacienda, seguida esta acción por medidas de la Corona Española que a la larga no lograron impedir que los gobernadores favorecieran a sus amigos en los impuestos y las reparticiones de indios.

El absolutismo que representó Trujillo se caracterizó por ser la encarnación misma del Estado, es decir, él era Ley, Batuta y Constitución» lo que está muy bien expresado en su célebre frase «Dios manda en el cielo y Trujillo en la República Dominicana».

A la caída de la dictadura (1961) el país embriagado por la libertad de la había sido privado durante treinta años entre en una fase de locuras colectivas, que se caracteriza por el paso de gobiernos provisionales y la lucha por el establecimiento de la democracia con su sistema de partidos y todos los vicios que la conocemos hoy.

Los diversos casos de corrupción continuaron y no hubo ningún esfuerzo de adecentar la administración pública dominicana ni en base a la legislación existente en nuestro Código Penal, que es mandatorio y a la que tanto el Presidente de la República como los demás funcionarios juran cumplir y hacer cumplir conforme el mandato constitucional al que están sujetos, ni nuevos esfuerzos legislativos encaminados a la persecución y sanción de la comisión de enriquecimiento ilícito.

Luego de la caída del Prof. Juan Bosch, y su sonada frase de «borrón y cuenta nueva» característica firme de que no se hizo nada por someter a los depredadores del erario público, lo mismo habría de acontecer en los años subsiguientes y con los mandatarios que siguieron a éste.

Conoce el país sobre todo al final del último cuatrenio una desmoralización de la corrupción en la administración pública dominicana, como nunca antes y que fue lo que permitió al entonces Presidente Dr. Joaquín Balaguer decir en una ocasión que la corrupción se detenía en la puerta de su despacho».

El gobierno siguiente correspondiente esta vez a «Don Antonio Guzmán Fernández»también volvió a repetir el sonado caso de «borrón y cuenta nueva», quedando impune nuevamente el delito, pasado este gobierno comienza la campaña «Manos limpias» del Dr. Salvador Jorge Blanco», símbolo de la esperanza nacional, que había prometido a la nación perseguir la corrupción administrativa hasta las últimas consecuencias, pero en su periodo gubernativo el prominente jurista santiagués no sólo no la persiguió con lo que se había comprometido frente a la nación, sino que la apadrinó y la llevó hasta la misma silla presidencial.

Durante el período 86-90 hubo abundante denuncias de corrupción y el país no ha visto caer la primera mano.

A su regreso el viejo zorro Dr. Joaquín Balaguer que había enarbolado en su campaña electoral que: «Pongo mis manos para que me la corten si el pueblo me favorece con su voto y desde la Presidencia no corto la mano de cualquier funcionario público que se atreva a cometer acto de corrupción». Nueva vez estos se traduce en simple palabra para un pueblo ávido de justicia.

Todos estos concluyó si es que ha concluido con el más ejemplarizado caso de la justicia mundial, tal es el de una condena de veinte años a un ex mandatario y una ex–Secretario de las Fuerzas Armadas , el caso de el senador Feliz Bautista ,Víctor Díaz  Rúa  dos jueces corruptos .

Dios nos cuide .