Por: Clemente Terrero
La vida no vale nada, si se sorprende a otro hermano, cuando supe de antemano, lo que se le preparaba. La vida no vale nada si cuatro caen por minuto y al final por el abuso se decide la jornada. Es una canción de Pablo Milanés, cantautor cubano de la nueva trova, salió al aire en 1976.
La nueva trova era una corriente artística contestaría, una forma de denunciar a través del arte la explotación, la represión y los crímenes perpetrado por las dictaduras en Latinoamérica. Era una forma de denunciar la represión contra los jóvenes que luchaban por la libertad
La nueva trova cubana surgió por influencia de la llamada nueva canción Latinoamericana que tuvo su mayor representación en Argentina y en Puerto Rico. En la Republica Dominicana los principales artistas de esas canciones de protesta fueron: Ramón Leonardo, Víctor Víctor y Sonia Silvestre, quieres expusieron candentes melodías muy seguidas por la juventud.
Pero volviendo al contenido de la canción, interpretando a Pablo Milanés cuando dice: La vida no vale nada, cuando matan a tu hermano mientras tus sabias de antemano, lo que se le preparaba. Esta reprochable actitud viene desde la dictadura de Fulgencio Batista en la que se cometían crímenes, ante la mirada indiferente de la gente.
La indiferencia fue una cultura que se enraizó en la población durante los gobiernos autoritarios por tantos años de represión y muerte. Creció el temor en la gente, se endureció el corazón de las personas, las personas se convirtieron en sambíes ante los atrocidades y abusos que se cometían todos días la gente del pueblo.
Mirar la cara, conversar fríamente con un amigo, un compañero contra el que se sabe que se está organizando un plan macabro y no advertirlo, es una acción reprochable que no tiene explicación alguna.
Es una actitud cobarde, saber que un plan criminal se está preparando contra una persona noble, solo porque tiene ideas diferentes. Dejar que se cometa un abuso ante la mirada indiferente de aquellos con los que come, comparte, ríe y abraza, es similar a lo hizo Judas con Jesús en la Santa cena.
Uno de los principales valores del ser humano es la solidaridad, no se debe callar ante la injusticia, no se debe callar cuando se sabe que hay una trama criminal contra un ser querido. No se puede entender a quién por temor no hace nada para detener una conspiración contra las personas de bien.
La indiferencia es una vergüenza, era una de la consigna más sonora que levantan los jóvenes en lucha, en época pasada, era una crítica a las personas pasivos, que no se inmutaban frente a la represión y el crimen que se cometían en nuestro pueblo contra los que luchábamos por erradicar la injusticia social.
“La vida no vale nada cuando tú, sabes de antemano que se está preparando un plan contra la integridad de un hermano y no haces nada para detenerlo, es la interpretación que hago de esa formidable composición de Pablo Milanés, la cual, considero seguirá teniendo vigencia, mientras exista en el mundo la maldad.