Ciudad de Panamá.– La vicepresidenta de la República Dominicana, Margarita Cedeño, manifestó este jueves que la violencia contra la mujer es un flagelo que impacta negativa y directamente el devenir de la región y que para cambiar esa problemática, junto con la desigualdad, es necesario que los países hagan reformas estructurales.
Recomendó a las naciones representadas en el Décimo Foro Ministerial para el Desarrollo de América Latina y el Caribe: “Alianzas para la reducción de las desigualdades estructurales en el marco de los ODS”, que concluyó este jueves, colocar la sensibilidad de género en el centro de sus políticas por su impacto en el desarrollo de la familia y de toda la sociedad.
“La CEPAL reitera que las manifestaciones de la violencia contra la mujer son múltiples: física, psicológica, sexual, económica o patrimonial, obstétrica, simbólica y mediática, entre otras, lo que demanda una mirada amplia que las desvincule de las expresiones de la cultura del menosprecio y el crimen a nivel regional y global”, manifestó.
La también coordinadora del Gabinete de Políticas Sociales de la República Dominicana sugirió promover políticas dirigidas a disminuir las desigualdades y abordar aquellas que atentan contra la cohesión de las sociedades, al entender que es una condición necesaria para acelerar la meta hacia la Agenda 2030 para los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Además, propuso valorizar políticas públicas específicas que hayan mostrado efectividad en la reducción de la violencia contra las féminas como Ciudad Mujer, una iniciativa que unifica la atención integral de las mujeres en materia de desarrollo, salud, protección de violencia de género y empoderamiento.
Cedeño consideró importante también destacar las diversas manifestaciones de la violencia, en específico, la violencia de género, como nudo crítico y desafío emergente para el logro del desarrollo social inclusivo; así como apalancar la Agenda Regional de Desarrollo Social Inclusivo como herramienta para priorizar el abordaje a este flagelo.
“El feminicidio se considera la más radical de las formas de violencia contra las mujeres. Es una amenaza al presente y futuro del desarrollo de niños y jóvenes, coartando sus opciones, debilitando el núcleo familiar y desintegrando el tejido social”, subrayó.
Señaló que, a pesar de que en casi toda América Latina ha ampliado los espacios macroeconómicos, el bienestar no se va a reflejar en la gente si no hay estructuras dispuestas para la igualdad y un funcionariado comprometido para alcanzarla.
Violencia general
También manifestó su preocupación por la violencia en la región y citó un documento presentado al respecto por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), que identifica fenómenos que constituyen obstáculos para avanzar hacia el desarrollo social inclusivo. Estos son: las diversas manifestaciones de violencia, los desastres, las transformaciones tecnológicas, la migración y las transiciones, ya sean demográficas, epidemiológicas o nutricionales.
“La región se mantiene como la más violenta del mundo pese a su nivel de desarrollo económico, político y social, una situación que se refleja en la tasa de homicidios, así como también los asaltos e incidentes de violencia sexual”, expresó.
La Vicemandataria destacó que llama la atención que las comunidades más afectadas por la violencia son aquellas que muestran cierto abandono por parte del Estado en términos de infraestructuras deficientes o falta de servicios públicos.