¿Y qué está pasando con Sergio Vargas, con esas declaraciones tan desafortunadas que está dando?
Dijo en “Pégate y Gana con El Pachá” que admira del gobierno de Luis Abinader que haya designado a personas ricas en los ministerios», porque «poner a un pobre a administrar fondos públicos, es como poner a un gato a cuidar carne”.
Se pasó, y bien pasado, el Negrito de Villa, que cuando vino de Villa Altagracia a participar en El Festival de la Voz que organizaba el maestro Rafael Solano, y que se hizo por última vez en El Show del Mediodía en los estudios de Color Visión el 1981, llegó con un traje prestado que le quedaba grande y unos zapatos rojos que le regalaron.
(El mismo lo contó a la prensa, cuando le entregamos el Gran Soberano)
Que estaba tan flaco y esmirriado, que los miembros del jurado lo querían descartar, porque “no tenía imagen de “artista”.
Que Ana María Arias, que me quedaba al lado como jurado, me convenció para que lo defendiera junto a ella, porque los elitistas del jurado lo querían dejar fuera, y así lo hicimos. No ganó, pero quedó adentro.
Ese Sergio, que venía de haber cortado caña en los cañaverales de Villa Altagracia, con unos dientes maltrechos, y una pobreza que se le veía de lejos…que gracias a su talento emergió como figura importante del arte y el canto, que fue diputado en el congreso, con honores, ¿es el que ahora viene a descalificar a los pobres en los cargos públicos, comparándolos con gatos ladrones?. No, no, no puede ser.
Si los pobres. que hoy son millonarios. en base a su talento, trabajo y esfuerzo, ese es el discurso que articulan, ¿quién podrá defender a los pobres?, donde hay tanta gente honesta, con vergüenza y principios, sin importar el estribillo de que «los peledeístas llegaron en chancletas y ahora andan en jeepetas».
Artículo de Joshep Cáceres