Por Lic.Eliezer Olivero
Desde hace algún tiempo hemos decidido sentarnos en las gradas a observar el escenario político y social del municipio de Cabral sin emitir consideraciones algunas.
Este tipo de comportamiento, poco usual en nosotros, ha sido especulado por algunos y cuestionado por muchos, pero en honor a la verdad este tiempo nos ha permitido determinar muchas cosas sobre el futuro que le espera a la comarca de Cabral.
Nuestro pueblo permanecerá por muchos años, sino cambia el rumbo, en el mismo letargo y con las mismas condiciones.
El individualismo y la desigualdad social que arropa a los lugareños sumado a los constantes reclamos a todo tipo de necesidades, no importa si estas son comerciales, personales, municipales o gubernamentales parece un mal incurable.
Los pueblos que progresan y avanzan son aquellos donde la gente planifica con visión hacia el futuro, donde los planes, programas y proyectos son diseñados con unificación de criterios entre los sectores sociales, comerciales y las autoridades, y entre todos lo ejecutan..
De nada nos sirven las buenas voluntades de algunos ciudadanos del pueblo si no existe un empoderamiento de la población en su conjunto, donde su único interés sea el bienestar del pueblo que nos vio nacer.
Valoramos la iniciativa de algunos ciudadanos que con sus aportes, dedicación, sacrificio y esfuerzo lograron solucionar, por el momento, la iluminación de la calle principal del pueblo, pero, sin que nadie nos malinterprete,
¿qué valor cuantitativo o cualitativo tiene este solidario gesto cuando nunca tenemos energía eléctrica por las noches?.
En el peor de los casos saber que no cuidamos los bienes públicos para así evitar que personas desaprensivas e inconscientes circulen por las calles bajos los efectos del alcohol y lanzan todo tipo de artefactos y explosivos a las luminarias, provocando todo tipo de desasosiego y malogrando la paz y la tranquilidad nocturna a los moradores sin ningunas consecuencias.
Hace algunas semanas se encontraba de visita un cabraleño que no reside en el pueblo, quien me argumentaba que el pueblo estaba limpio, pero a la vez feo, algo para mí un tanto ilógico, por lo que le pregunté:
¿qué significado sociológico tiene lo apreciado por ti en nuestro pueblo?
La respuesta me dejó sorprendido: “la gente no cuida sus propios espacios; las calles se encuentran limpias pero muchas edificaciones y residencias se mantienen descuidadas y eso envía un mensaje negativo en cualquier comunidad, sobretodo la nuestra, que geográficamente estamos ubicados en el centro de la vía internacional que comunica con nuestro vecino Haití, la cual es visitada por turistas de diferentes naciones”.
Es tiempo de que todos los sectores se unifiquen y salgan a defender los servicios básicos necesarios, pero también que se conviertan en guardianes vivos de los bienes y espacios públicos que como pueblo nos pertenece.
Cada morador del municipio tiene que jugar su rol o papel sin importar su rango o cargo en la sociedad.
Todos los sectores sociales, políticos, religiosos, comunitarios, deportivos, asociaciones, juntas de vecinos, es decir, la población en sentido general debe deponer sus intereses políticos, particulares y personales y defender las causas justas de su pueblo.
La unificación de las fuerzas de la comunidad es la única forma que tiene un pueblo de ayudarlo avanzar y progresar, en caso contrario podemos decir que: CABRAL PERMANECERÁ ANCLADO EN EL TIEMPO.