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¿Por qué empezar por Yeni Berenice?

Si analizamos la República Dominicana, y lo hacemos con sinceridad, evitando el sesgo de las conveniencias personales y las preferencias políticas partidarias, tendremos que concluir que son muchas las cosas que están “torcidas”.
Por eso, llama a sospechas la convocatoria reciente que hizo el Consejo del Ministerio Público deun concurso interno para designar los incumbentes de 22 fiscalías, cinco procuradurías adjuntas especializadas y siete cortes de apelación, que, entre otras cosas, implica que la fiscal del Distrito Nacional, Yeni Berenice Reynoso, tendría que someterse a evaluación y así ver si califica para continuar en el cargo.
La celebración de concursos para la designación de fiscales y evaluación de los desempeños es buena y correcta, mas no olvidemos que la misma composición del Consejo del Ministerio Público, donde, por ejemplo, quien lo preside,el procurador general de la República, es designado políticamente, deja un sesgo.
Otro elemento que despierta suspicacia es el cuándo: ¿Por qué convocar este concurso ahora? ¿Por qué cuando hay casos claves, a nivel de la Justicia, que están en esta jurisdicción y otros que llegarían?
Además, en un país donde hay cientos de funcionarios fuera de ley con elementos como la no declaración oportuna y jurada de bienes o patrimonio, el no cumplimiento con los perfiles de los puestos o casos extremos de nepotismo… que la función pública quiera “comenzar a enderezarse” con una funcionaria como la fiscal del Distrito Nacional, es mucho con demasiado.
Y aquí hay que recordar que la justicia si es tardía no es justicia, y que el derecho si es selectivo, no es derecho.
¡Y ojo! Claro que apoyamos la aplicación de la Ley Orgánica del Ministerio Público y el Reglamento de Carrera del Ministerio Público sobre la evaluación del desempeño de los titulares del Ministerio Público, pero el proceso debería ser transparente, algo difícil en el marco de una voluntad política que no deja de filtrarse en la Procuraduría General de la República y en otras instancias.
De modo que si por un asunto de intereses, la magistrada Yeni Berenice Reynoso, (a quien no dejó de hacerle algunas observaciones), pero a quien hay que reconocerle la valentía con la que ha procedido en casos como el de Adriano Román, Víctor Díaz Rúa,Bahía de las Águilas,Banco Peravia y Blas Peralta, es forzada a dejar su cargo, pierde la Justicia dominicana y pierde el país porque ella es una de los pocos funcionarios dominicanos que ha demostrado dignidad y entereza, y sería muy “cuesta arriba” que se quiera comenzar a dar ejemplo de ley y procedimiento, justamente con ella.