Nueva York.-En una temporada de récords de jonrones y ponches, y la menor cantidad de juegos completos en la historia, hay cosas que se mantienen constantes en el béisbol de Grandes Ligas: José Altuve de los Astros y un jugador de los Rockies de Colorado como campeones de bateo.
El total de jonrones fue de 6.105 en la campaña que culminó el domingo, dejando atrás los 5.963 de 2000, en pleno apogeo de la Era de los Esteroides.
Giancarlo Stanton bateó 59 para Miami, la mayor cantidad en MLB desde que Barry Bonds fijó un récord con 73 en 2001 y Sammy Sosa despachó 64. Tres años después se impusieron controles antidopaje con sanciones para los que dieran positivo.
Aaron Judge, de los Yanquis de Nueva York, lideró la Liga Americana con 52, eclipsando el récord de 49 para un novato que Mark McGwire de Oakland estableció en 1987. Al final, 117 jugadores alcanzaron los 20 o más, superando los 111 del año pasado, y 41 con al menos 30, por encima de 38.
También se disparó la cuenta de ponches, con un récord por décima temporada seguida al acumularse 40.105, dejando atrás los 38.982 del año pasado.
Cuatro lanzadores empataron el liderato de MLB con 18 victorias – la menor cantidad en las mayores en una campaña sin interrupciones y apenas el cuarto año sin que nadie llegara a los 20 triunfos tras 1871, 2006 y 2009. Clayton Kershaw (Dodgers), el venezolano Carlos Carrasco y Corey Kluber (ambos de Cleveland) y Jason Vargas (Kansas City) empataron en el primer puesto.
“Si puedes hacer 32 aperturas y estás con un equipo cargado de talento y lanzas bien, vas a tener la oportunidad de lograrlo”, dijo Kershaw.
Con los managers apelando al bullpen más temprano y con más frecuencia, los juegos completos retrocedieron a 58, tercera temporada seguida con un mínimo histórico, luego de los 83 del año pasado y los 104 en 2015. Se consiguieron 302 en 1998.
“Creo que es una muestra de cómo se emplean los bullpens y lo formidables que son”, dijo el pitcher de San Diego Clayton Richard. “Hay tantos especialistas y se dispone de números muy detallados, que los managers pueden ir anticipando duelos en particular más temprano en el juego”.
Chris Sale (Boston) encabezó a los pitchers con 308 ponches, el primero con 300 desde que la dupla de Randy Johnson y Curt Schilling lo consiguió con Arizona en 2002. Max Scherzer (Washington) comandó la Nacional por segundo año seguido al sumar 268.
En una era en la que los departamentos analíticos instruyen a los managers a no regalar outs, los toques de sacrificio cayeron a 924, luego de los 1.025 del año pasado. Se trata de la cantidad más baja desde los 806 en 1900, cuando solo existían ocho equipos