NOTICIAS

UASD Recinto Barahona rinde honor a profesor Félix Rodríguez

Barahona. – El cuerpo sin vida del profesor de la Escuela de Contabilidad, Maestro Félix Rodríguez López, quien murió trágicamente en su residencia, las autoridades académicas le rindieron una “guardia de honor”.

A las 8 de la mañana de este sábado su cuerpo sin vida fue trasladado a la sede del Recinto Universitario en donde el Director de esta unidad académica, Maestro Manuel Antonio De La Cruz Fernández, encabezó la “guardia de honor” a Rodríguez López.

De La Cruz Fernández, hizo la primera guardia de honor la hizo conjuntamente con los exdirectores Príamo Rivas, Rafael Matos Féliz, la Subdirectora Ana Lucía Beltré, representantes de los profesores, los empleados, de los estudiantes, de la Escuela de Contabilidad, del derecho, ya que el fallecido era abogado, entre otros.

La rectora Emma Polanco Melo, se desplazó este viernes hasta el recinto y luego hasta la funeraria “El Ángel”, en donde fue velado el académico de la academia estatal, quien pertenecía a la misma Escuela de Contabilidad de la máxima funcionaria universitaria.

Luego, del acto protocolar, el cortejo fúnebre partió al Distrito Municipal de Pescadería, de donde era nativo el Maestro Félix Rodríguez López, a recibir sepultura y en donde descansaría por siempre.
Al hablar en representación de la academia estatal, el Director General De La Cruz Fernández, calificó a Rodríguez López como una ser humano excepcional que, como tal, tenía sus debilidades, cuya muerte –afirmó- ha creado desconcierto en la familia universitaria.

“Nos impactó esa terrible noticia, en muchos años no podremos reponernos, pero tenemos que recordarlo con las cosas buenas que el maestro Félix Rodríguez López: un hombre de bien, proactivo, honesto, transparente y dispuesto a ayudar”, expuso el académico.

En representación de la familia habló el hermano del fallecido profesor universitario: Anastasio Rodríguez López, quien definió a un pariente como una persona que vivió una vida austera e integra, afirmando que era guía de toda su familia, cuya pérdida es irreparable que ni el tiempo podrá sustituir.