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Un cuarto de siglo conmemorando el Aeropuerto Internacional María Montéz: Un legado de sueños y desarrollo en Barahona

Barahona, 27 de abril de 2024 – Un día como hoy, hace 28 años, la provincia de Barahona vio materializado uno de sus anhelos más preciados: la inauguración del Aeropuerto Internacional María Montéz. Nombrado en honor a la icónica actriz dominicana, esta terminal aérea marcó un hito en la historia de la región, encendiendo las esperanzas de un futuro próspero y conectado con el mundo.

El aeropuerto, ubicado a solo 5 kilómetros al norte de la ciudad de Barahona, fue concebido como un pilar fundamental para el desarrollo turístico de la región. Su extensa pista de aterrizaje, capaz de recibir aeronaves de gran porte, y su moderna terminal, diseñada para albergar a cientos de pasajeros, abrían un sinfín de posibilidades para el crecimiento económico y social de la zona.

La designación del aeropuerto con el nombre de María Montéz, una de las figuras más emblemáticas de la provincia y del país, constituyó un homenaje a su talento y legado. Su fulgurante carrera en el cine la convirtió en una estrella de talla mundial, llevando el nombre de Barahona a lo más alto.

A pesar del potencial que representaba el Aeropuerto Internacional María Montéz, su despegue definitivo aún se encuentra pendiente del desarrollo turístico integral de la región. Las autoridades locales y el sector privado han aunado esfuerzos en los últimos años para impulsar este sector, conscientes del impacto positivo que tendría en la economía y el bienestar de la población barahonera.

En este 28 aniversario, el Aeropuerto Internacional María Montéz se erige como un símbolo de los sueños y las expectativas de Barahona. Su imponente estructura se alza como un faro de esperanza, recordándonos el potencial inmenso que alberga esta tierra rica en cultura, belleza natural y calidez humana. Se espera que, en un futuro cercano, el aeropuerto cumpla plenamente su propósito, convirtiéndose en el motor del desarrollo turístico y económico que la región tanto anhela.

Por José Miguel Medina Tejeda